
La manera en la que percibimos, interpretamos y organizamos esta información sensorial determina nuestra manera de actuar y reaccionar, las habilidades motrices, la capacidad para estar alerta y atentos, el aprendizaje, el lenguaje, e incluso, la manera que tenemos que jugar y la manera de relacionarnos con los demás. Cuando un niño tiene dificultades para integrar de forma adecuada las sensaciones, se pueden ver afectadas muchas áreas del desarrollo.
Esta terapia ofrece actividades lúdicas, de estimulación y de motivación interna de cada niño para poder una respuesta adaptada.De esta manera el niño aprenderá a organizar su comportamiento motor, emocional y atencional.